Sobre este blog.

Cuatro años después del Septimo Cigarro, siendo un ex-fumador de tabaco y habiendo dejado de lado muchas de mis depresiones adolescentes, me vi aquí nuevamente tratando de robarle palabras al viento, para inmortalizar y/o dejar ir experiencias. Entre ensayos y esbozos intento recobrar esa antigua parte de mi, que creía había muerto.

29 diciembre, 2010

Semifestivo.

Semi fiesta depresiva. Vivo en muerte, pero como muerto en vida. Todo pasa y sin ánimos de aceptarlo... Para días así necesito una lápida sucia y una lampa que escarbe sola mi tumba... No necesito besos de adios, ni una canción especial, ni epitafio si quiera, o derrepente algo tan sencillo como mi nombre. Y podre de quien sea si es que hay algo después de la muerte... que lo que quiero es dormir para siempre un tiempo.

27 agosto, 2010

Conversación en lo del café.

- No sabés!
- ¿Qué y que pasó?
- Me voy a ir fuera, por unos días.
- ¿Y a dónde?
- A lo del seminario este.
- Ah, te animaste
- Y si, por ahí y me lanzo a lo del negocio.
- Mirá vos...
- Ya sé como se va a llamar
- ¿Y cómo?
- Fernandini Pollos, y viste, va ser un clásico.

En ese instante, mientras el semblante iba cambiando, a Bermudez se le acabó el cigarro y la braza tocó sus dedos, lo tiró de un grito. Gomez se enteró que éste sería un buen día. Ahumeda se cansó de esperar en la casa de junto. Y Cepeda recibió un abrazo que lo llenó por completo.

02 julio, 2010

25 junio, 2010

Un pacto para vivir.




"Sos mi Dios
te veo me sonrojo y tiemblo
que idiota te hace el amor,
y hoy quiero darle rienda,
a esta superstición
un pacto para vivir..."

Un pacto para vivir - Bersuit Vergabarat


04 junio, 2010

The times they are a-changin


Y específicamente de ésto es que hablo, cuando nadie entiende más a lo que me refiero, de una revolución silenciosa, más allá de la lucha de clases y de la historia, donde se arrancan a mordiscos la materia... Una revolución silenciosa, individual, perfecta, que acabará con todo y con nada.

Cenotafio en vida.

"Para quien canto yo entonces,
si los humildes nunca me entienden..."
Sui Generis



Entonces ya no era más yo. No. Me trataba de un sacerdote, un templario luchando contra lo pre diseñado, contra lo que nos hicieron creer que era firme, real y estable. Y él, mi aprendiz que arrodillado a mis píes y tras mucho tiempo de meditación exagerada, había llegado a la misma conclusión que yo nunca le dije, esperando que las cosas y las ideas vayan corriendo solas, como motivadas por un afán único de enloquecer las mentes.

La lucha infinita de lo que creía bien y mal se redujo al egoísmo exagerado sin prejuicios, a una pelea más interna, más controlada sobre lo que realmente quería. Volví en mí, sin ser un maestro, sin ser nada más que lo que yo deseaba ser, un lobo estepario de los que ya no se oye mucho, un personaje plano, de esos que andan bajo tormentas mentales, y dije a gritos que sería un asesino si tuviera la oportunidad, dije que andaría envuelto en los artes que yo solo entiendo, dije que fumaría hasta que el cáncer me arranque de éste cenotafio infinito vacío de flores, vacío de esperanzas. Por qué de eso trata toda esta puesta en escena, donde Jorge Borges es y había sido siempre el guionista, y Timothy Burton el director de arte.

Los cuervos y buitres se acercaron, asechantes, queriendo arrancarnos algo de vida, pero se toparon con la muerte rodeada de carroña en descomposición.

23 mayo, 2010

Intervención gráfica. XVI

Cenotafio de Alfonso Ugarte




La ciudad de los Reyes.


10 abril, 2010

En rones.

Hoy que rescaté una canción con dos dedos, mientras me balanceaba, noté que es todo como uno quisiera que fuese, y no es que todo sea completamente material, al contrario, totalmente ideal, y entendí que con rones uno piensa mejor... el adormecimiento, y el arte completamente individual me desequilibran, pero todo está bien, todo marca un proceso, una marca de anclas en la tierra bajo el mar. Un cigarro y será absolutamente ideal, borroso, pero ideal.

26 marzo, 2010

Significante y significado.

Significante: Sentado bajo la llovizna y luna amenguanada. Los ojos luchando para que las pestañas no se entrelacen. Acabas el café y prendes el cigarro.

Fondo musical: Mariel y el capitán - Sui Generis

Significado:

24 marzo, 2010

Hogar. En Marzo.

B. ¿De qué color es esto?

A. Azul.

B. Eres daltónico, lo olvidé. ¿Y cómo puedes estudiar diseño?

A. No soy daltónico es azul.

B. Es verde.

A. Azulado.

B. Daltónico.

A. Yo soy el que estudia eso.

B. Ya dejémozlo ahí. No importa. ¿Tienes clases ahora?

A. Los Martes estoy libre.

B. Ah verdad. ¿Unas chelas para la noche?

A. El miercoles si tengo clases.

B. Sólo un toque, hace tiempo no hablamos...

A. Estamos hablando. Además no me gusta la chela. Me voy a dormir. Quiero hierba.

B. Como qieras...

23 marzo, 2010

¿Y qué?


¿Y qué si éste es mi último cigarro? Si el eterno resplandor se vuelve no más que una piscina mal oliente de sangre. ¿Y por qué la luna tendría que decir algo? Si hasta las conversaciones conmigo mismo se han vuelto afiebradas y agresivas. ¿Y qué si no vuelvo a escribir? Si las palabras no son más que traicioneras y si mi velero, entre mares ecolálicos parece perderse. ¿Y qué si acabo con todo y con nada a la vez? Por qué así es todo, es nada. ¿Y si lo que creía valioso no es más que ideas, no habrían de acompañarme a donde vaya? ¿No habrían de estar únicamente en mi cabeza? En mi enloquecida y cada vez más enredada cabeza. ¿No habría de ser cierto todo ésto? ¿Y si me sumerjo entre el aleph de lo material e ideal, no habría alcanzado ya el máximo escalón de lo planeado? ¿Y qué si salto? ¿Y qué si no salto?

07 marzo, 2010

Asesino estepario.

Con éste, uno de los últimos cuatro cigarros que me quedan, tratando de sobrellevar la noche, de brillo lunar, y reflexionando sobre mi origen, llego otra vez a la desenfrenada conclusión de que soy uno de los últimos esteparios que habitan por éstos lares, los cafés para locos ya no existen, los hoyos pequeño burgueses van desapareciendo y se van agotando las masas de gentes poco interesadas de la vida, con la que me gustaba conversar, las noches lucen solas con mi compañía únicamente y el encanto de luna y mariposa nocturna parece ya no traer la inspiración, para aquellos que se hacían llamar escritores. Tiempos agitados, cafés instantáneos, cigarros con impuesto y letras sin sentido, eso aguarda la nueva noche bañada de sangre en la que me envuelto sin saber cómo.
Me he visto, en estas noches de ataduras y barrotes, perdido entre las paredes, que por más lejanas se encuentren las unas de las otras, el espacio sigue absolutamente vació. Será que así es la vida de uno de los míos, será que todos atraviesan el mismo transe desolado. Que la araucaria no regala sonrisas, que las canciones no despiden escenarios que describir, que todo se encierra en una cárcel carente de paredes rectas, carente de esquinas, una cárcel mental, absolutamente abstracta como para no poder huir de ella, perfecta y de alguna manera tan interna como para no poder alejarse lo necesario. Deben ser los demonios de los que he oído, y de los que no he podido compartir con otros, de otra forma que no sea ésta.
La lucha con el lobo y el príncipe meditabundo, me paraliza sin saber si me encuentro errando o acertando en las decisiones. Se va desapareciendo lo preciado, lo ideal, en la sombra de las paredes, de las callejas oscuras, lo cubre en sangre, de olor fétido canino, que iluminado por brillo de la luna, en un eterno estallido se hunde, en el precipicio de un aleph olvidado, en el aullido desaforado que emite el lobo harto de este, el cuerpo humano que lo contiene. Y entre lo absolutamente mágico y ocasional que resultan todas las respuestas del ser, del estar y del que hacer. Y el logaritmo de lo perdido entre el recuerdo y el destino, que da píe a otro vómito de variables encriptadas, y del charco de sangre de la nueva víctima que he cobrado por la envilecida verdad que se ve cada vez más lejana y con más de esa bruma blanca paralizante.
Vuelvo en mí, dejó caer el cuchillo y dejo también la apariencia del mamífero aullante, observo el cuerpo asesinado y cayendo hacia atrás, en un tiempo aún más infinito que la locura que me rodea, ruego por no hundirme en otro falaz océano de acertijos sin salida.

25 enero, 2010

Intervención gráfica. XIV

Escóndeme.

Cuando suena el último tambor, cuando no crees en nada más allá después de la muerte, cuando comienzas a notar las consecuencias de tanta contaminación, y los efectos del calentamiento global, cuando los Estados Unidos juegan a ser Dios y mandan terremotos e invaden países a vista de todo el mundo, cuando el proyecto HAARP está aterrorizando Sudamérica, cuando no te queda más que esperar el final y te gritan por todos lados que en el 2012 será el apocalipsis, el que está más que escrito, Cuando mucha gente reacciona y sueña con descontaminarlo todo, cuando te dicen "el cambio es hoy" realmente creo, que el cambió debió haber sido hace muchos años, cuando te sientes un simple instrumento más entre tantos estrategas millonarios esperando que hagas lo que ellos quieren. Cuando presidentes de izquierda y derecha se insultan por televisión, y tu amarrado en un tercer mundo, sin sentir las grandes cosas que pasan en "el resto del mundo". Cuando todo se parece morir a tu alrededor, y vives pensando en el cáncer que te puede dar, sólo por el hecho de estar vivo.

No es septiembre y veo todo el planeta como una masa gris en descomposición, prendo un cigarro y lo disfruto como nunca, y recuerdo el encanto de las pequeñas cosas, un suspiro en una avenida, el viajar a velocidad en el asiento de copiloto, la sonrisa de una niña, una película al empezar, una buena conversación, un buen vino, un niño sacando la lengua, la brisa hecha golpe en la cara, una tarde viendo el sunset, un beso que te destierre del sueño, una lectura. Las pequeñas cosas parecen llenarme por completo, y es que rodeado de tanta basura, no nos queda más que buscar una salida que no esté afuera, sino adentro, entre nuestros demonios, y temores.

19 enero, 2010

Oh my love, my love.



Kevin Johansen. The Nada. Andrea Echeverri. Me gustaría poder dedicarla, pero en estos tiempos, y desde el hoyo, no encuentro la muza.

09 enero, 2010

Desde el hoyo.


Y de pronto y sin saberlo me voy desordenando, ahogando, entre lo que parecía lo libre y lo no. Los humos verdes, la neblina helada en los pies, en las rodillas, en el pecho, superan mi cabeza y me encierran. Me aterran. Me entierran.

Cuando la libertad al extremo se va volviendo agobiante y lo que creías que valía va perdiendo y perdiendo valor, hasta transformarse en una sensación, cansona, inentendible. Un mar de insignificancias, un mar sin respuestas, un asqueroso vaivén de dudas.

El sentimiento se torna una sensación, un retazo de lo que fue, un ocaso eterno, un amargor en la garganta con presión en el pecho. Una impotencia. Una pena, una pereza de lo mismo, pero un odio interno, creciente, desesperación. El sentimiento no puede ser físico, es lo que creí, pero al parecer, es lo único que importa últimamente. Sentir cosas diferentes. Y entre las inyecciones, los inhalantes, las heridas, los asesinatos, las bebibles y las que se fuman, van pareciendo cumplir mis expectativas.

Cuando el cambiar tanto se vuelve rutinario, quieres regresar. Cuando las drogas no te dan lo suficiente, solo te entierran aún un poco más en el pozo. Cuando estás completamente cansado de tanta mierda.

Sería igual me pregunto, si es que no existiese prejuicio, si lo reglamentado desapareciera, si tuviera más libertad aún. Sino traicionas tu conciencia.

No lo sé y nunca lo sabré…

Porque el estar bajo el nivel del mar de la moralidad y la ética, aunque se finja desinterés, te vas asqueando de ti mismo. De lo que cargas, de lo que cargaste, de lo que hiciste, de lo que serás, y la imagen de las abuelas embutidas en chompas, que vuelven a verte con recelo por la calle cuando se cruzan, y las palabras que de seguro piensan, van rebotando por tu cabeza sin sonar realmente.

De eso hablo, de ese maldito rechazo que parece estar en las venas, de ese complejo. Y lo que es peor, ¿Lo preestablecido te reconfortará? No, nunca más.

A. Los que están en éste hoyo, no quieren salir más.

B. Es como vender tu alma, es un intercambio incorregible.

Y entonces recuerdas, lo bueno que es estar ahí, dejas de pensar, y te envuelves en los placeres.