Cuando suena el último tambor, cuando no crees en nada más allá después de la muerte, cuando comienzas a notar las consecuencias de tanta contaminación, y los efectos del calentamiento global, cuando los Estados Unidos juegan a ser Dios y mandan terremotos e invaden países a vista de todo el mundo, cuando el proyecto HAARP está aterrorizando Sudamérica, cuando no te queda más que esperar el final y te gritan por todos lados que en el 2012 será el apocalipsis, el que está más que escrito, Cuando mucha gente reacciona y sueña con descontaminarlo todo, cuando te dicen "el cambio es hoy" realmente creo, que el cambió debió haber sido hace muchos años, cuando te sientes un simple instrumento más entre tantos estrategas millonarios esperando que hagas lo que ellos quieren. Cuando presidentes de izquierda y derecha se insultan por televisión, y tu amarrado en un tercer mundo, sin sentir las grandes cosas que pasan en "el resto del mundo". Cuando todo se parece morir a tu alrededor, y vives pensando en el cáncer que te puede dar, sólo por el hecho de estar vivo.
No es septiembre y veo todo el planeta como una masa gris en descomposición, prendo un cigarro y lo disfruto como nunca, y recuerdo el encanto de las pequeñas cosas, un suspiro en una avenida, el viajar a velocidad en el asiento de copiloto, la sonrisa de una niña, una película al empezar, una buena conversación, un buen vino, un niño sacando la lengua, la brisa hecha golpe en la cara, una tarde viendo el sunset, un beso que te destierre del sueño, una lectura. Las pequeñas cosas parecen llenarme por completo, y es que rodeado de tanta basura, no nos queda más que buscar una salida que no esté afuera, sino adentro, entre nuestros demonios, y temores.
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