Sobre este blog.
18 agosto, 2009
Cucharita de realismo.
ni todos los puros tienen sabor a mocha.
ni todos los cafés vienen con aquella única
cucharita de azúcar, cargada exactamente como me agrada.
No todos los días Miraflores me bendice con sus lágrimas.
ni todos los días se declara una nueva guerra
que pueda seguir por periódico o televisión.
No todos los días se hacen descubrimientos fabulosos
que hagan que la iglesia pueda cerrar la boca una vez más.
No todos los días me toman una buena foto,
ni todos los días escucho una buena canción
que me haga saltar con el ritmo.
No todos los días encuentro un buen diseño a imitar,
ni disfruto una buena charla con algún conocido.
No existen creo, los momentos realmente hermosos,
siempre hay un comentario de más,
una cucharita de realismo en el café perfecto,
como si no fuera suficientemente amargo así como estaba.
-Espera, espera. Déjame entenderlo.
-¿Es confuso no?
-Si, claro que si. ¿Y qué hiciste?
-Le rompí la madre, ni lo pensé.
-Pucha, y ¿cómo así?
-Con el vaso de cerveza, se lo reventé en la cara, y eso que era un chop.
-Jajaja. Le debiste romper la cara con eso.
-Lo hubieras visto, las lágrimas y los chorros de sangre se mezclaban en el suelo.
-¡Que porquería! ¿Y qué más hiciste?
-Nada, salí.
-¿Y ella?
-Ya no va a tener más ganas de jugar creo. Su cara se desarmaba de sorpresa, no esperaba nada.
-Claro, claro, ni decirlo. A mí me dejaste huevon. Debí verlo.
-Fue muy... emocionante.
-Llámame en la próxima sacada de madre porfa.
-jajaja. Ni lo dudes.
16 agosto, 2009
OOPS!

05 agosto, 2009
Aldo dice.
Harto. Un poco HARTO!
Muero por un cigarro. Y tener que ir hasta mi casa para pedir dinero, y luego comprar cigarros, me paraliza del miedo. No estoy seguro si tenga la fuerza. Pero seguro estoy de que fumo mientras me encero los dreads, hace días que no lo hago, como afeitarme, ando en fachas únicas, sufro con la imagen de policia jubilado comiendo chifa de caja con palitos, mientras ve NO MOLESTAR de Fox, o Nick at Nite, en la tele.
Ni pienses en pedirme que sea Gabriel todo el tiempo, y todos los días, es más, ni pienses siquiera en pedirme algo. Las cosas han ido cambiando, sin que yo quiera, sin que el tiempo lo dicte por ritmo natural, el ritmo es probable que lo hayas escogido, también, como el resto de cosas.
Alguna vez estuviste ahí me pregunto. No me respondo. Odio recordarlo. Y sabes de que hablaba cuando escribí tanta estupidez y pretendía... quizás crearme un personaje, idealizarme en parte, para recuerdos ajenos... quizá estafarme solo... hacer ideas... morir un poco... dejar algo de mi en otro lado. Como un querer hacer Orocrux. Para tratar de volverme un poco inmortal, y guardar un poco de ayer. Y ahora que ha pasado largo tiempo. De esto hablaba cuando hablé. A esto me refería cuando me referí como imposible.
Derrepente no importa si lo haces- Si no entiendes es la idea, y si lo haces, también. Y no es bueno sentirse aludido, pues no es sólo para tí.
01 agosto, 2009
Séptimo cigarro. 5

Viendo la cajetilla hoy se pasó gran parte de la tarde, pensando en todo lo que había pasado en estos dos últimos años, como su vida fue desvaneciéndose hasta llegar a eso, que es aún peor que estar muerto. Es la muerte en vida, se sentía como atrapado dentro de un retazo de si mismo, entre sombras de gente que ya no lo rodea, entre compañías que huyeron y recuerdos nostálgicos, pero no esos recuerdos de días anteriores, de su infancia, de sus padres y navidades, sino de recuerdos posteriores, de su adolescencia, de su juventud aún no finalizada.
Casi sin querer y rozando con las lágrimas y el amargor de garganta, fue recordando cada uno de los desplantes, de ropturas, de esos amores que dejó pasar, de los que nunca pasaron, de los que le pasaron encima, atropeyaron y destrozaron por completo. Todos los besos, los perfumes, las pieles, las caricias, las historias, las sonrrisas, cada una tan perfecta como la anterior, pero con mayor crueldad también.
En el mar de la incertidumbre y el excaso confort, junto al sol que le mandaba un inequívoco resplandor. Siguió fumando hasta que el cigarro poco a poco se acabó, sin producir asco ni satisfacción, sólo acabó como acaba el encanto de una flor que nunca fue vista pasada ya la primavera, como acaban las historias que nunca fueron escuchadas, como acaba este cigarro que posiblemente se asoma a ser uno de los últimos.
Quedan dos.