
Es extraño dijo Gabriel volteando la boca hacia un costado, y cerrando ligeramente los ojos, como si se tratase de analizar, de algún otro método, que no había utilizado antes.
Me siento, como esparcido, “como mantequilla en mucho pan” como dijo Bilbo, no podría suponer el porqué, pero todo es un mar de sentimientos encontrados. Si fuera mujer seguramente le echaría la culpa a la regla, pero dado que no es el caso, no me queda más que describir este desagradable espasmo de incertidumbre que no por lo general me apabulla hasta ahorcarme, sugiriéndome así una muerte atroz.
Hace algunos días que no me desvelo con mis aires de escritor bohemio, esperando que fluyan dulces prosas. Será que nos vemos un poco menos y te extraño de más, o que hace algún tiempo también que llevo esta terrible gripa que parece quitarme el ánimo a todo. Y es eso precisamente lo que me ocurre, pero no estoy seguro deque haga bien al atribuirle esta culpa al resfrío. Le he perdido las ganas a muchas cosas, siento que algo me falta, tengo ganas de sentir algo fuerte como fumar el cigarro hasta sentir mi garganta quemarse por el plástico del filtro. Quisiera bañarme con agua tan caliente que sienta crecer ampollas en la dermis, y valla que me hace falta un baño, pues los domingos creo, no son días para bañarse y hacer ese tipo de cosas que se suele hacer el resto de la semana. Los domingos son para dormir.
Algo me ha estado fastidiando cuando te hablo por celular estos últimos días, algo me quita la paciencia al tratar con mi abuela, algo me hace no hacerle caso a mi madre cuando me pide favores, algo me obliga a cambiar de carácter de pronto, como si de algún modo me resintiese por algo que realmente no se como describirlo.
“No se que me pasa” te dije ayer mientras tratábamos de arreglar mi cara larga con una conversación. Traté de explicarle a Piero mi condición algo inexplicable, pero por una extraña razón, seguro por éste mismo desanimo, no quise decirlo. Mi rutina es un poco sedentaria, me levanto semitarde, desayuno, toco guitarra y voy a clases de diseño. Bastante aburrida.
Creo que necesito de algún modo algo que sutilmente me encante nuevamente, que me devuelva las ganas de hablar como mellizo, recibir detalles, que me traigas sonrisas, ORDEN de repente, no lo sé en realidad. Te necesito un poco más de repente, o con un poco más de esos alocados momentos.
Me siento, como esparcido, “como mantequilla en mucho pan” como dijo Bilbo, no podría suponer el porqué, pero todo es un mar de sentimientos encontrados. Si fuera mujer seguramente le echaría la culpa a la regla, pero dado que no es el caso, no me queda más que describir este desagradable espasmo de incertidumbre que no por lo general me apabulla hasta ahorcarme, sugiriéndome así una muerte atroz.
Hace algunos días que no me desvelo con mis aires de escritor bohemio, esperando que fluyan dulces prosas. Será que nos vemos un poco menos y te extraño de más, o que hace algún tiempo también que llevo esta terrible gripa que parece quitarme el ánimo a todo. Y es eso precisamente lo que me ocurre, pero no estoy seguro deque haga bien al atribuirle esta culpa al resfrío. Le he perdido las ganas a muchas cosas, siento que algo me falta, tengo ganas de sentir algo fuerte como fumar el cigarro hasta sentir mi garganta quemarse por el plástico del filtro. Quisiera bañarme con agua tan caliente que sienta crecer ampollas en la dermis, y valla que me hace falta un baño, pues los domingos creo, no son días para bañarse y hacer ese tipo de cosas que se suele hacer el resto de la semana. Los domingos son para dormir.
Algo me ha estado fastidiando cuando te hablo por celular estos últimos días, algo me quita la paciencia al tratar con mi abuela, algo me hace no hacerle caso a mi madre cuando me pide favores, algo me obliga a cambiar de carácter de pronto, como si de algún modo me resintiese por algo que realmente no se como describirlo.
“No se que me pasa” te dije ayer mientras tratábamos de arreglar mi cara larga con una conversación. Traté de explicarle a Piero mi condición algo inexplicable, pero por una extraña razón, seguro por éste mismo desanimo, no quise decirlo. Mi rutina es un poco sedentaria, me levanto semitarde, desayuno, toco guitarra y voy a clases de diseño. Bastante aburrida.
Creo que necesito de algún modo algo que sutilmente me encante nuevamente, que me devuelva las ganas de hablar como mellizo, recibir detalles, que me traigas sonrisas, ORDEN de repente, no lo sé en realidad. Te necesito un poco más de repente, o con un poco más de esos alocados momentos.
4 comentarios:
:/ Raro!
esta bravazooo gordiito! :)
sentiende.
aalaaa pxs gabriel! a los aaaños!! tu y ponce estaban desaparecidos on!
está bueno tu "cronica IV". me gustó, tambiens e te extrañaba pxs! seeee me gustó xq hablaste de esos dias en que parece que la andropausia se nos está adelantando... en esos dias en que el cuerpo solo te dá para dormir y q toooodo te save aburrido! cuando el humor se te cambia repentinamnete!... puede ser q es ha falta de cariño! es lo más probable! ... en mi caso era así! U_U
weno mi helmano! cuidate mucho! y siempre es un gusto leerte!
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