Por aquel camino andaba,
mostrando su sonrisa,
perfecta y sin razón
como lo era ella.
transmitían la misma belleza
que se encuentra,
en las tardes de abril.
arrastraba con sus alas invisibles,
una extensa canción
de alegría y felicidad.
y camuflaba sus sentimientos,
como una flor buscando refugio,
ella se ocultaba de la lluvia gris.
con la que saca una rosa,
creó un mundo interno,
en él que ella reinaba y controlaba.
ni malas noticias,
escuchaba lo deseado,
e ignoraba al resto.
una larga telaraña de felicidad,
expandiendo su niñez,
evitando problemas.
y vencida en un sueño,
permaneció sin poder despertar,
hasta el final.
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