Empecé a sentir curiosidad por aquel chico. Me encaramé a la tapia para espiarlo, estaba en algo grande, lo noté al verlo, no era uno de esos hombres que pasan desapercibido. Caminaba a toda prisa, las hojas secas a sus píes crujían, hombre de botas negras y gabán de detective, no tuve la habilidad suficiente para verle los ojos, su pálido rostro y pómulos salientes, daban una sombra indirecta, sumada a las ojeras, me era imposible saber si en algún instante cruzamos miradas. Llevaba una boina sobre el cabello negro y una pala que cargaba al hombro, volvía a todos lados, por si alguien lo vigilaba. Con la otra mano sujetaba un habano, que desplazaba a su boca muy seguido. Las bocanadas de humo se perdían entre el gris del cielo, y la sombra de los sauces.
1 comentario:
No es tu stilo comun!! : )
pero sta interesante!! aunq no pierdes el toq. :B
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