Comenzó y sabía que estaba en un problema. Rubio, alto, de terno o ropa oscura por lo general. Luce siempre elegante, con gabanes y sombreros. Suele recorrer el submundo, asiste a las obras de la alta cultura, y a los más ruines antros, en papel de testigo. Lleva el nombre de Gabriel, pero dudo que alguien lo llame con ese nombre o con cualquier otro. Le gusta conocer gente de todo tipo de lugares, pero nunca se da él a conocer. Viaja muy seguido. Como todo prófugo en una huída eterna. Londres, en la mañana, Nueva York, por la tarde, Nueva Delhi, cayendo la noche, Canberra, en la madrugada y Buenos aires en la mañana siguiente. Conoce todo el mundo y vive de recorrerlo por completo. A menudo se ve envuelto de tormentas, lo cubren vientos grises, como humo, y una fuerza extraña lo eleva hacía el cielo, obligado despliega sus alas y salta por los aires hacia otro lugar, pero sin cambiar su único destino. Esconderse. Anhela a menudo ser uno más, un hombre solamente, dejar el inmortal sufrimiento y ser por una vez una persona, que ama, que siente. El único encuentro que pudo tener, tuvo por fruto un hibrido, que vivió treinta y tres años predicando y hablando de lo que la vida le parecía, hasta que su perseguidor lo asesinó, de la forma más sangrienta y humillante. Él, que se aleja de su único final, no se puede ver con ese mismo destino. Hacía siglos que la luz lo había abandonado, desde el mismo siglo en que se refugió en éste, el laberinto de los hombres, y la más grande creación de su creador, de su perseguidor. Sus alas ya tomaron todas las tonalidades de grises existentes, y por existir, su rango de arcángel cayó por los suelos y el más grande de grandes lo busca para matarlo.
2 comentarios:
oie... sta dms bueno!!!.. me ncanta!.. : )
uhhh ..
si A. Gabriell!!! esta bueno.. pero no demasiadooo! jajaj
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