Pienso mejor con un cigarro en la boca. Y viéndome gravemente enfermo de ésta gripa que por cambio climático me ha aquejado, estas dos últimas semanas, me he visto obligado a dejar de fumar por un lapso no muy largo.
Lo que mi voluntad resista. No mucho, ya deben saberlo. Si de algo han de saber de mí en éstos escritos, serán tres cosas:
Primera: Mi falta de fuerza de voluntad.
Segunda: Mi adicción absoluta al cigarro.
Tercera: Mi constante curiosidad sobre la muerte.
Como sea, ya vendrá algo mejor pensado y que se note que vino acompañado de unos cigarros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario